Los hechos recientes en los que fue capturado un delincuente que abusó y explotó sexualmente a cerca de 500 menores de 18 años, pusieron de manifiesto que, en Colombia, no estamos garantizando el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser protegidos contra la violencia y la explotación sexual.
De acuerdo con los informes del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 2016, del total de reportes de violencia sexual que se recibieron, el 86% corresponden a menores de 18 años.
Es por esto que familias, instituciones educativas, sociedad civil, medios de comunicación y Estado debemos articularnos para llevar a cabo acciones efectivas de prevención y manejo de situaciones que puedan poner en riesgo a la niñez.
Desde Red PaPaz queremos invitarlos a apoyar nuestras acciones de incidencia encaminadas a exigir que los delitos sexuales contra los menores de 18 años sean priorizados por la justicia, que se restablezcan los derechos de las víctimas, se castigue a los responsables y se elimine el material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes de los entornos digitales.
A continuación les presentamos algunas herramientas para prevenir y manejar situaciones de abuso o explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.
1. Hablar claro: Desde pequeños debemos enseñarles a reconocer sus partes íntimas, recordándoles que ellos son dueños de su cuerpo y nadie puede tocarlos ni hacerlos sentir incómodos, asustados o lastimados.
2. Decir NO: Es importante que les enseñemos que pueden decir “No” si se sienten incómodos con alguien, incluso si conocen a la persona. Si abrazar o besar a ciertas personas les produce malestar, debemos respetar sus sentimientos y no los obliguemos a hacerlo.
3. Estar atentos a las señales: Existen señales que pueden indicar que una niña, niño o adolescente está siendo víctima de abuso y explotación sexual. Por ejemplo, pueden tener dificultad al caminar o sentarse, puede estar agitados, tener pesadillas o empezar a mojar la cama sin razón aparente. También puede presentar cambios súbitos en su alimentación (se aumenta o se disminuye) o comportamientos sexuales inusuales o exacerbados. Conozca más sobre estas señales aquí
4. Hablar sobre los secretos: En ocasiones las víctimas menores de 18 años no hablan de lo que les está pasando. Es importante explorar con ellos las posibles razones por las cuales esto ocurre. Puede ser porque se sienten presionados o amenazados para guardar un secreto, porque piensan que nadie les va a creer, se van a meter en problemas o porque el abusador los manipula con regalos o actividades especiales para que crean que es un juego.
5. ¿Qué tipo de situaciones se deben denunciar?
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